Mi cambio de vida me ha regresado a mis raíces, a mi gusto por los animales, por el mar y por la naturaleza.
Tengo una estancia de unos pocos días en Singapore y las guías dicen que en este muy pequeño país están tal vez el mejor Zoológico y el más grande Oceanario del mundo.
Dos días completos para ver animales terrestres y acuaticos, que a pesar de estar en cautiverio, suenan interesantes.
Singapore Zoo
Como todo en esta ciudad, el transporte y la logística de llegada fué cronométrico, así que tratando de esquivar algunos de los miles de niños que me separaban de la entrada llegué muy rápidamente a la puerta de un zoológico que estaba igual de lleno que el de Chapultepec en sábado de puente.
Ouch! En la entrada hay un letrero que avisa que hoy se festeja la fiesta nacional. Y es puente…
La colección de animales de este lugar es mucho más grande que mis cortos conocimientos de zoología. Hay una enorme cantidad de animales en la lista, la cual se divide bien por continente. Asia y África están obviamente sobrerepresentados pero tienen una nueva sección llamativa y obviamente llena de niños; el Ártico, con su gran y enorme protagonista, el Oso Polar.
Normalmente y más después de ir a África, los zoológicos me deprimen casi tanto como los circos. Los animales van y vienen aburridos, enojados o simplemente escondidos. No muy diferente a humanos en cárceles.
El concepto me parece sólo salvable porque es un ejercicio interesante para hacer conciencia y descubrimiento a los niños de lo maravilloso de la naturaleza.
Este viaje ha sido interesante porque en estos países más que perreras de animales exóticos han creado centros de conservación e investigación de especies y en las áreas de «exhibición» se comunica sobre ello.
Acá por todos lados esta ese ejercicio y los espacios donde viven los animales es razonable, aunque nunca igual a su casa original.
No voy a enumerar todos los animales que vi. Seguramente el oso polar adulto, el hipopótamo pigmeo, el tigre blanco, el mono narigudo, el dragón de Komodo o los lémures son de mis preferidos pero la exhibición múltiple de un simio de esta región es mi favorito: el Orang Utan.
Sus movimientos, el color de su pelo, su mirada inteligente y sus sonrisas me dejan ya con el plan de volver el próximo año a Borneo a buscarlos y verlos en estado natural. Además hay alguién a quién se le ocurrió primero la idea y vendré acompañado.
No sé si este es el mejor zoológico de selva tropical del mundo, pero es muy bueno y la verdad, a pesar de haber varios miles de niños, la visita es fluida. Siempre ver niños pequeños con caras de absoluto asombro frente a la naturaleza lo deja a uno con una sonrisa. =)
S.E.A. Aquarium @ Sentosa
Según los Records de Guiness este es el más grande acuario del mundo.
Soy fanático de los acuarios porque a diferencia de un león, que vive en un territorio enorme; la gran mayoría de los peces pasan gran parte de sus vidas en pequeños espacios dentro de un arrecife.
Este es un acuario especializado en los mares de Asia y el este de África.
El golfo pérsico y sus increíbles mantarrayas;, la Bahía de Bengala y sus manglares; el estrecho de Karimata, el mar de Java y las colonias más variadas de crustaceos del mundo.
Además, para mostrar el dinero y la fuerza Singaporeana, constryeron el tunel submarino y la pared de acrilico más grandes que hay. Obviamente para poder ver, a salvo, al atractivo número uno de cualquier acuario; el Tiburón..
Acá la verdad se salen un poco de contexto. Pasa uno decenas de peceras gigantes con pequeños animales y de pronto hay un estanque gigante, medio vacío con doscientos tiburones de especies populares, sólo para que los turistas se hagan fotos.
También hay un estanque grande con tres delfines, los cuales tiene la piel lastimada y están dando vueltas esquizofrénicas.
Mmmh. Un poquito decepcionado.
Si el lector tiene tiempo y no le gusta la idea de bucear, mi recomendación es que vaya al Oceanario de Lisboa, allá el mar es casi tan sublime como meterse en vivo.
Yo prefiero hacerlo de cerquita, así que de acá al avión y mañana a bucear en el Mar de Bali, en Indonesia.
Prefiero que unos peces me muerdan los tobillos a que estos cientos de Chinitos me sigan pisando los pies
He seguido tu viaje muy atento. Que buena experiencia. Sigue disfrutándolo cada momento. Un abrazo.
Que delicia y nada como ir directo al mar a ver los animales de cerca…sigue feliz y disfrutando!