La isla y el Fin del Mundo

Hiróshima y Miyajima

Ocho horas de sueño curan perfectamente casi cualquier resfriado y a las 7:20 estoy como nuevo, subiéndome al Shinkansen con dirección sur. Me espera un viaje de un poco menos de dos horas que me llevará directo al 6 de Agosto de 1945

Hiróshima

Gris. Oscuro. Triste.
El clima conspira para darle efectos especiales a mi viaje y llena de nubes grises con viento frío el espacio.
Aquí sucedió algo tan inmensamente terrible que no importa que hayan pasado casi setenta años, la vibra es muy intensa.

Evito esta vez mi sección histórica, todo el mundo sabe que la primer ocasión que un arma nuclear fue usada, aquí, mató en pocos segundos a cien mil personas. Luego lenta y dolorosamente a otras casi cien mil en pocos meses.

Relativamente cerca de la estación de tren, con un viaje de 10 minutos en tranvía esta el «Domo de la bomba A». Este era un edificio público importante junto a un puente en el que se juntan dos ríos, formando una T que se puede identificar desde las alturas y que utilizó el bombardero estadounidense para apuntar el tiro.
Solo falló por 160 metros al oeste pero como la bomba fué detonada a 600 metros de altura la onda expansiva de fuego no destruyó totalmente este edificio de ladrillo ni la estructura de metal del domo por venir de arriba y no de lado.
Las ruinas han sido convertidas en un monumento que busca no olvidar la estupidez humana y la ciudad los usará de símbolo perpetuo para su lucha por la desaparición de las armas nucleares.

De ahí, cruzando el puente se entra a un enorme espacio que conmemora el evento. Este espacio tiene décadas de haber sido construído y lo han mantenido perfectamente. Es plano, blanco, vacio; tal como quedó esta zona con la explosión. Sólo en el centro hay un par de fuentes, una con un sarcofago y otra con un fuego eterno. En el extremo posterior un largo edificio que hace un museo y un centro de exposiciones.
Es lindo, minimalista y sencillo. Pero triste.

El museo por dentro si que está un poco avejentado. Impresiones sobre las paredes, exhibiciones antiguas y un par de representaciones «teatrales» de los edificios que sobrevivieron que stán muy acartonadas.
Los 50¥ (6 pesos mxn/1000 Cop) de entrada lo hacen seguramente el más barato de Japón y entonces me doy el lujo de rentar la audioguía por 300¥ que está narrada por un español sacado de las peliculas de Manolete y que tiene menos información que lo que hay en las paredes.

Un detalle de este paseo que me parece miy importante es que hay varios grupos de cientos de niños pequeños de varias nacionalidades. Sólo con educación temprana el ser humano entiende algunas cosas y aquí hay mucho que aprender de nosotros mismos como raza.

Detalles interesantes, por no decir aterradores, que no me dijeron en la primaria…
La guerra estaba practicamente terminada, los Alemanes se habían rendido, escogieron la ciudad porque había buen clima, las ciudades objetivo no fueron nunca bombardeadas convencionalmente para que la bomba pudiera ser bien «evaluada».
En fin, fue un experimento.

Después del shock de tanta vibra fuerte, salir hacia el mar en un barco es perfecto

Isla de Miyajima

Justo frente al delta del río Ōta en el que se construyó Hiróshima esta una isla montañosa que tiene atracciones naturales e históricas.
En temporada baja entre semana no hay demasiada gente y se puede visitar bastante rápido.
Lo más atractivo es la Gran Puerta «O-Torii» que está en el mar frente a la isla. De hecho con marea baja se puede caminar casi hasta la base y hacia la isla, del mismo color (según ellos es «Bermellón») está el santuario de Itsukushima, el cual pude observar desde afuera. No puedo más con templos y santuarios.
También muy lindos sobre la montaña están una libreria budista y una pagoda de cinco pisos llamados Senjokaku.
La caminata por la isla, con unos cuantos venados y con muchas tiendas de souvenirs esta bien pero no es gran cosa. Aparentemente se pueden hacer caminatas sobre la montaña, que llega a 535m pero eso será para el siguiente viaje.

Buena decisión haberme quedado en mi hostal increíble de Kyoto y hacer la vuelta.

El mal sabor de boca de Hiróshima se va seguro con el gusto de la cebada fría.

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3 Respuestas a “La isla y el Fin del Mundo

  1. Otro detalle aterrador que no te dijeron en primaria:
    Luego de la primera bomba, los japoneses quisieron rendirse de inmediato. Como las relaciones diplomáticas con EE.UU. estaban rotas, le transmitieron su rendición a los Rusos. Que decidieron esperarse, seguros de que los gringos mandarían la segunda bomba.

  2. Que impresionante ha de haber sido estar en el lugar donde tantas personas de forma tan trágica dieron su ultimo aliento al mismo tiempo. Impresionante, pero maravilloso para reflexionar lo frágil de este viaje (y no me refiero el tuyo =) )

  3. Dura historia. Definitivamente la estupidez de lo que somos y de las limitaciones de nuestros propios miedos.
    Salud compadre
    John

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