Lost in Translation

Tokio – Asakusa, Ueno y Ginza
Primer día en Japón, llegada a tiempo a Narita, doble chequeo en aduanas que incluyó confirmar en una gráfica en español que no tenía armas ni drogas (tal vez mi pasaporte Mexicano con sellos Colombianos crea suspicacias) pero que en todo momento fue cordial y con sonrisas.
Maleta a tiempo, cambio de divisas y al tren……………… Perdido.

Bajé a la estación de tren y todo en japonés. Miles de mensajes. Miles.

Parece ser que no hay EL tren que va a Tokio, sino LOS trenes. Varias compañías tienen el servicio y cada una tiene velocidades de llegada y precios diferentes.
Elegí la única empresa que tenía a una japonesita sonriente viendome con cara de «yo hablo inglés».
Mentira, no hablaba nada.

Pero con fotos nos arreglamos, le compré el pasaje y me soltó completa su capacidad bilingüe «tri minots, ron!» Y apenas llegué.

Sorprende ver que las afueras de la ciudad son tan rurales, tranquilas y parecidas a Europa. Con la diferencia que los túneles y paredes están limpios, no grafiteados como Francia.

Cuarenta minutos de viaje y conexión con el metro, el cual es fácil, no tiene pierde y pronta llegada al hostal. La primer noche no había espacio en el mejor hostal rankeado de Tokio y me fui a uno cercano. Teóricamente tipo Ryokan (clásico japonés) pero bastante básico.

El único punto interesante es que el WC tiene botones por todos lados. Parece la silla de un piloto de avión pero solo sirve para a ir a un auto lavado MUY personalizado. Hice un par de intentos de usarlo pero no fuí ni exitoso ni insistente. Mis recuerdos de mi primer viaje a Paris y una pelea con un bidet neurótico me deben de tener traumado.

Con tanto botón tuve que pedir ayuda a un vecino, la palabra «flush» en japonés no me llegaba y después de hacer bastante mímica vergonzosa, me enseñó una palanca normal sobre la pared, muy lejos del panel de control.
Los dos nos reímos mucho. Bueno, él más

Asakusa
Esta es la zona tradicional de la ciudad y tiene el templo más grande que lleva el mismo nombre.
La verdad es que en una zona comercial, con restaurantes por todos lados, un gran Starbucks y muy cerca del río aparece una gran «puerta» tipo pagoda con una de esas que parecen lámparas chinas llamada Kaminarimon y desde ahí se entra a un largo mercado de productos típicos; decorativos y alimenticios que llega hasta una zona de templos. Hay un templo principal pero a mi me impresionó mucho más una pagoda de 5 pisos roja madera que está rodeada por un jardín con fuentes y peces.
Ahí si, Bienvenido a Japón.

Huele a pescado. Toda la ciudad. Bueno, como a restaurant de sushi.
Todo el tiempo.
Es muy clara e omnipresente la cercanía de la cultura local con el mar.
Desgraciadamente no tengo estomago después de tantas horas de vuelo para comer. Menos pescado. Mejor inicio lento; sandwich en Starbucks. Perdon.

De hecho, encadenando, el pescado (Fish), apodo de un amigo de Universad, me recomendó que iniciara el viaje a Japón por su pasado y así lo hice la siguiente mañana.

Ueno
Este es Chapultepec, Central Park o el Simon Bolivar. Parque Central con museos, lago para remar, zoologico, plazas y cafés en donde se reúne todo el mundo, especialmente en domingo, como ayer.
Ahí el destino principal es el Museo Nacional de Tokio.
Abierto desde 1872, tiene arte, arqueología y objetos culturales del estado pero también de particulares de Japón y de otros países de Asia.
Tiene varios edificios y jardines pero algunos están cerrados. El jardín solo se abre cuando los cerezos florean o para eventos en las casas de té que ahi se esconden.
La historia completa de Japón esta ahí.
Qué les puedo decir, soy débil a la cinematografía y Hatori Hanzo es mi ídolo. Toda la cultura Samurai es fantástica. Pero también la caligrafía es extraordinaria. Nunca hubiera podido ser japonés con mi letra, son muy precisos con tantos trazos tan similares y distintos a la vez.
Y finalmente el budismo también tiene lo suyo. La influencia de China y Korea se ve un poco pero en un artículo leí que Japón es culturalmente lo que las Galapagos son con la naturaleza. Y tiene razón.

Tokio esta buscando la candidatura para los Juegos Olimpicos del 2020 y en el parque central organizaron una feria de hielo para recabar fondos.
Una kermesse típica con cerveza, otros tragos y comida rodeando una competencia de esculturas hechas in-situ

con bloques de hielo.
Justo frente a la entrada del zoológico. Imaginen las hordas de niños.
Bonitos pues. Así con ojitos de alcancía pero muchos!

Con calorcito y después de mucho caminar, tocó dominguear en el parque. Viendo un partido de beisbol, que parece también muy popular me dió hambre y esta vez, de nuevo, había dos opciones; pescado o pizza con cerveza.
Lo siento de nuevo. =)

Como tengo un jet lag severo y mi caminata inició a las 7am, me recorrí todo el parque y museo, incluida una vuelta al lago, sin remar para las 2pm.

Necesito comprar una bolsa de viaje más cómoda, la que traigo es incómoda y pequeña. Me voy de shopping. Aunque excepcionalmente, mi budget de viaje de 40-50 usd diarios es una falacia.

Ginza
Saliendo del metro, en el plano de barrio, vi que muy cerca estaba la tienda Kiehl’s. Les cuento que soy embajador de la marca en Colombia y tengo como responsabilidad visitar las tiendas de todo el mundo y sacarme fotos para contar a los seguidores del fanpage.
Imposible, ni en la zona más comercial, las vendedoras de una marca americana hablan inglés. Fracaso.

Ginza es el equivalente de Campos Eliseos en Paris, una gran zona comercial que los domingos cierra el tráfico y la gente se pasea comprando.

Ahora entiendo bien porqué hasta hace 2 años este pequeño país era la segunda economía del mundo. El consumismo es gi-gan-tes-co!
Miles de jóvenes, hombres y mujeres andan en grupos por las calles con un atuendo como si salieran de una boda en trajes y vestidos. Todos con bolsas en las manos; bueno, ellos. Ellas van hablando o chateando con el celular, el cual es rosa y tiene 5 o 6 colgantes.

Aca están todas las tiendas. Cada una posee un edificio entero que tiene luces y pantallas viendo a la calle.
Finalmente seguí hasta una zona llamada Yurakucho, aún más lujosa. Ferraris, Chocolaterias Belgas, Pastelerías Francesas y Florerías japonesas.
Solo una cerveza en una terraza y de vuelta al hostal.

De regreso al metro encontré la bolsa de mensajero que buscaba.
Si mañana vuelvo a caminar 14hrs seguro iré más cómodo.Sayounara!

Anuncio publicitario

4 Respuestas a “Lost in Translation

  1. Increíble Pachueco. Además, gracias por los detalles de la narrativa. Enriquecen mucho a quienes por diferentes motivos, no hemos tomado la vida enserio para disfrutarla de la manera que lo estas haciendo compadre. Ahora esperó que ya le eches mano al sushi.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s